Dibujo de Eric Satie El irónico músico de vanguardia, Eric Satie (Reverso)

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

97. Serie de 16 caricaturas. Fuentes no identificadas, periódicos y revistas.

10) Dibujo de Erik Satie.
Francis Picabia.
5 5/8 x 5 3/4"
[Al reverso, etiqueta mec.: "El irónico músico de vanguardia, Eric Satie".]
 
 

NOTA
 

Tablada mencionó en sus crónicas neoyorquinas varias veces al músico francés Eric Satie. Asoció frecuentemente su nombre al de otro compositor de vanguardia, Edgard Varèse, quien dedicó la segunda parte de la cantata Offrandes al poema "La croix du sud" de Tablada. El poeta reseñó el estreno de esta obra en su crónica "La música moderna" (Revista de Revistas, 21 de mayo de 1922), ejecutada dentro del programa de conciertos del International Composer's Guild, en el cual también se incluían obras de Satie.
    En otra crónica, que Tablada escribió acerca de la americanización de París y la europeización de Nueva York, menciona a Satie como parte de las "exportaciones" de Europa:

Oíd lo que dice el New York Times:
    "Los intelectuales de Europa han estado lamentándose recientemente de la americanización del Viejo Continente. Hemos invadido Europa con plomería sanitaria, tinas de baño, jazz y cakewalks. Hemos introducido aun el ice-cream soda en lugares donde antes no tenía demanda. Lo que recibimos en cambio, como de costumbre, merced a la astuta habilidad mercantil del Yankee, vale mil veces más."
    ¡Por supuesto! Mientras las exportaciones son las que habéis leído, las importaciones son La Chauve Souris y el Teatro de Moscow rusos, el Grand Guignol de París, los Marionetas graciosísimos del Teatro Piccoli de Roma, los Ballets de Suecia que vendrán... Son esas importaciones –pura cultura espiritual contra productos manufacturados– la música de Erik Satie, Edgard Varèse, Maglipieri y Casella; las pinturas de Picasso, Derain, Greigorieff, Roerick; los libros de France, Romain Rolland, Barbusse, los objetos de arte chino y tan raros como estimados, los viejos artes populares de México, los que México desdeñó un día y hoy atesoran estos museos y estos palacios de millonarios!
    Las influencias europeas preponderantes son las de París en la vida social y literaria y la de Rusia en teatro y artes plásticos. Tengo en mi mesa de trabajo la novela en boga, obsequio de Sherril Schell y obra de Carl Van Vechten: The Brow-Blind Boy, novela de corte francés, sobresaturada de parisianismo, interpolada de frases francesas. Como en las obras científicas para los pasajes crudos se usa el latín, aquí para decir lo más risqué se usa el francés y todo puede decirse en esa lengua que como tal es todo poderosa...
    Ese libro refleja el parisianismo que se ha apoderado de Nueva York, viva y fielmente, como lo refleja la moda que cunde de las tertulias en los cafés; los programas de los teatros; los menús de los restaurantes.
    Sobre todo en la alta sociedad que va a Europa y viene y torna sin cesar, el chic francés es epidémico; los vocablos franceses salpican las conversaciones y en los foyers de los teatros, en los malecones de las playas, en cabarets y restaurantes de moda óyense a cada instante frases en francés y exclamaciones en argot. Cada quien dice frases hechas y cita autores galos, según la intensidad de su cultura.
    La mundana suspira: On ne meurt pas d'amour for God's sake!
    El hombre de Wall Street gruñe: Well, les affaires sont les affaires...
    La flapper exclama: Twenty dollars, a l'oeil non!
    Y aun mi elevator boy, tan ansioso de la moda como de la propina, me asombró con su erudición clásica, diciéndome anoche:
    –¡Bonne soir, monsieur, como dijo Mister Victor Jíugo!... [Excélsior, 14 de octubre de 1923, en el CD-ROM La Babilonia de Hierro].
En la crónica "La música del momento y el utramodernismo musical", Tablada es ligeramente más específico respecto a Satie. Relata que su amigo Edgar Varèse acaba de regresar de París y Berlín y que el compositor, al hablarle del libro de Alfredo Casella, Evolución de la música por la perfecta cadencia, indica entre los precursores de la nueva música a Satie, paralelo en sus aportaciones a Cézanne, en pintura, y a Rimbaud, en poesía.
 
 

RMS