Setaba
(colecciones misceláneas) conteniendo a menudo largas e intrincadas
descripciones de argumentos teatrales acompañados de efigies de
actores, encuadernados en cubiertas a colores y contenidos en forros ornamentados
en los cuales tiempo y trabajo se desperdiciaban inútilmente. En
lo sucesivo debían escogerse los asuntos que insinuaran en los espíritus
jóvenes buenos preceptos morales, como lealtad, piedad filial, castidad,
etc.; las descripciones de las estampas debían abreviarse, el trabajo
inútil no malgastarse en pastas y cubiertas, quedando, pues, el
uso de los colores prohibido estrictamente.
Todas las nuevas publicaciones
debían, en consecuencia, someterse para su examen (Aratamé)
al Machi Toshiyori;60
pero ninguna serie de pintura de más de tres hojas o libros de carácter
obsceno podrían ser vendidos."
El mismo año se complementó
este decreto, determinando y restringiendo el número de hojas de
cada serie de estampas; el de los bloques para imprimir colores, que no
debían pasar de ocho, y aun fijando el precio m&aacuyte;ximum de cada hoja
en dieciséis centavos.
Este fue, pues, el origen
de los pequeños sigilos redondos u ovalados que, además de
la firma y sello del artista y del marbete o sello del xilógrafo,
se ven impresos en las estampas japonesas o en sus márgenes y cuyas
más usuales formas están aquí reproducidas: