Una vez admitido como discípulo de Toyohiro y tras de conquistar
esa habilidad manual que en el caló de los talleres parisienses
llámase la patte, el antiguo hikeshi dejó su nombre de
familia, adoptó para firmar sus primeras obras, el seudónimo,
de arte que había de ilustrar hasta inmortalizarlo, y en homenaje
a su viejo maestro llamóse lchiriusai Hiroshigué, tomando
los cuatro primeros ideogramas del nombre de su iniciador en el arte:

Nombre y firmas de Hiroshigué.
Por respeto también a las tradiciones del taller a que se afilió,
Hiroshigué, en sus comienzos, contuvo su vocación de paisajista
y secundando la obra magistral y ayudando quizás a cumplir los compromisos
editoriales de Toyohiro, que tributa-