JOSÉ JUAN TABLADA
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tes Tokungava. Sus kakemonos10  más notorios, atesorados por los próceres japoneses, son el de la Leyenda de Ishiyama, el de Matsushima y otros, con paisajes lacustres, de Omi, y litorales, del continente.
     "Los paisajes de Tani Buntcho, dice Tei-san, tienen en general, envergadura mucho mayor que las de sus contemporáneos, y a veces se acercan bastante a las obras europeas por la observación de la perspectiva. Ama las grandes extensiones de agua limitadas en el horizonte, por montañas cubiertas de nieve, estrechándose en desfiladeros y ensanchándose en bahías, con parques sobre las riberas, sembrados de habitaciones de agudos techos o aldehuelas de tranquilo aspecto. Sabe igualmente expresar la transparencia atmosférica del archipiélago. En pinturas de estilo más chinesco, condúcenos a través de gargantas montañosas, en cuyo fondo serpentean torrentes entre las leves brumas de su evaporación. Por puentecillos que ligan bordes de abismos, peregrinos amantes de hermosos puntos de vista pasan dirigiéndose hacia pintorescas moradas."
     En mi biblioteca japonesa atesoro un libro de Buntcho titulado: Nippon Meesan tsuyé o sea "Montañas famosas del Japón" (edición original-1804). Sesenta montañas están allí dibujadas con grandiosidad cósmica. Esos paisajes todos orográficos, lucen una admirable fuerza técnica en la sim-
 
 
10. El kakemono, semejante al makimono, se enrolla verticalmente, cuando no está suspendido, y el makimono se enrolla en el sentido horizontal, como los volumen de Herculano y los liber de Pompeya.

 
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