Caricatura de René Clair

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

97. Serie de 16 caricaturas. Fuentes no identificadas periódicos y revistas.

4) Caricatura de René Clair.
Picabia.
3 15/16 x 5 9/16"
[En el margen inf. der., ms. con bolígrafo: "El cineasta más audaz del mundo, autor de 'Entreacto'. René Clair dibujo de Picabia".]
 
 

NOTA
 

Al inicio de su carrera, Francis Picabia (París, 1879-1953) sobresalió como pintor de paisajes de corte impresionista y desde sus primeras manifestaciones artísticas optó por experimentar en todas direcciones. Sus ensayos lo acercaron al cubismo órfico: Delaunay, Duchamp-Villon y Gleizes, pero especialmente a Marcel Duchamp. En 1913, viajó a Nueva York como embajador oficial en ocasión de la exposición de arte europeo del Armory Show y entró en contacto con la vanguardia. En 1915, participó en la fundación de la revista de vanguardia 291, por medio de la cual se relacionó con Tristan Tzara y el dadaísmo. Posteriormente, se acercó al surrealismo y, después de la Segunda Guerra Mundial, realizó investigaciones sobre arte abstracto.
    José Juan Tablada hizo algunas referencias a la obra de Francis Picabia de manera general y en relación con el trabajo de otros pintores de la vanguardia. En su crónica neoyorquina "Artistas mexicanos en Nueva York. Marius de Zayas, Pal-Omar, Juan Olaguíbel" (El Universal Ilustrado, 17 de enero de 1919, pp. 3, 7), apunta algunas de las características de Picabia al exaltar las realizaciones de Zayas:

A una obra personal de artista creador une Marius de Zayas la de propagador y exégeta del arte modernísimo, su galería es un intenso centro educativo que ha presentado a Nueva York en sucesivas exposiciones una elocuente historia del arte actual desde la escultura negro-africana y las primitivas de Asia y Europa, hasta los modernísimos cubistas Derain, Picabia o el mexicano Diego Rivera, pasando por los grandes padres del flamante movimiento: Cézanne, los fauves, el pecador y doloroso Lautrec, Guys, dandy y feminista; Matisse, Gauguin, el atormentado van Gogh y cuantos hay de significación en el impulso creador y redentor del arte actual.
    De Zayas es íntimo amigo, artista reconocido y estimado entre los príncipes del Arte Moderno, el iluminado y vidente Picasso, el exasperado Picabia, Guillaume Apollinaire, el poeta y exégeta.
En su crónica "Orozco, the Mexican Goya", José Juan Tablada vuelve a referirse a Picabia, en esta ocasión cuando se ocupa de la obra del muralista mexicano José Clemente Orozco: "El arte plástico puro no tiene nada que ver con la ética y Orozco nunca se rebajará predicando a través de sus cuadros. Más bien dirá burlándose de la bourgeoisie a la manera de Picabia: El título de mis pinturas es el único tema objetivo" (International Studio, marzo de 1924, en Obras VI, trad. Adriana Sandoval, p. 387).
    En la crónica "Per troppo variare" (El Universal, 15 de febrero de 1931,  incluida en el CD-ROM La Babilonia de Hierro) Tablada hace alusión ya más directamente a la orientación vanguardista de la obra de Picabia:
Sobre los muros, entre los arabescos de las "naturalezas muertas" de Picasso, los volúmenes de Braque, las truncas maquinarias de Picabia y el monumental tartamudear cubista, distinguí algo preciso, literal, de un realismo que parecía deshacerse como el cadáver de un ahogado o los frutos demasiado maduros.
Tablada se refiere a las impresiones de su visita a la Memorial Exhibition de Jules Pascin (Vidin 1885-París 1930), artista plástico búlgaro que vivió en Viena, entró en contacto con George Grosz en Berlín, se interesó por las obras de Cézanne y Toulouse Lautrec en París, en 1907, y emigró a Estados Unidos a raíz de la Primera Guerra Mundial. El poeta mexicano dice haber conocido a Pascin en "la capilla iniciática del '291'", taller del fotógrafo Alfred Stieglitz y sede de la primera exposición de Marius de Zayas. En el archivo gráfico de José Juan Tablada hay otra caricatura de Picabia, dedicada a retratar al músico Erik Satie.
 
 

PMJ