visible mano de un Dios, comenzara a
abrir sus pétalos.47
Venerado y admirado el Fuziyama
es visitado incesantemente por innumerables y piadosas peregrinaciones;
su belleza es loada por los poetas y su imagen reproducida en toda obra
de arte, desde los arcaicos kakemonos atesorados en los templos, hasta
los frívolos bibelots que inundan los mercados extranjeros.
Hiroshigué pagó
también su tributo a la montaña venerada y contribuyó
genialmente a su glorificación, publicando varias obras alusivas
en épocas diversas.
Es la más remota la
Serie de vistas del Fuji que W. Anderson menciona, perteneciente a
la Colección Burty y fechada en 1820.
Publicó además
Hiroshigué:
Fuji sanjiu rokkei;
serie compuesta de 36 láminas en formato pequeño oblongo.
Fuji sanjiu rokkei;
serie integrada por 36 láminas en formato grande vertical y mencionada
con la precedente en el Catálogo de la Colección Ch. Gillot.
Fuji no hiakuzu; cien
vistas del Fuji, serie tirada en colores azul y verde.
Y por fin un libro, el:
Fujimi hiakuzu; (Cien
dibujos del Fuji tal como se ve); un volumen con 49 páginas de grabados,
editado en 1859, en Nagoya por el librero Yerakuya Toshiro.