bados que en la edición japonesa están
tirados en blanco y negro, y representan, el primero, un puente sobre la
presa "Koumé" o de los Pequeños Ciruelos; y el segundo,
una tchaya o casa de té sobre la orilla de un canal.
Los libros semejantes a éste,
muy populares en el Japón, son allí designados genéricamente
con el nombre sincopado de Meisho, o Meisho Zué; los
franceses los llaman: Guías Ilustradas; y los ingleses, William
Anderson, entre ellos: Libros Topográficos.
Ninguno de estos nombres connota
el carácter artístico de tales obras, cuya verdadera índole,
peculiar e interesantísima, merece por varios títulos, ser
puntualmente definida.
Los Meisho, Guías
Ilustradas o Libros Topográficos, son todo eso, pero son además
anales, fastos y crónicas pictóricas del Japón, de
sus ciudades, de regiones enteras, en los que puede verse desde el paisaje
famoso hasta el venerable objeto de arte atesorado en el arcaico templo;
desde el episodio mitológico de las edades prehistóricas
hasta los famosos combates del periodo feudal...
Abro al azar uno de estos
libros el Yamato Meisho Zué42
(Sitios célebres de Yamato), y hojeándolo anoto los siguientes
títulos y leyendas de las estampas que lo integran.
1. El Palacio de Nara.—Era antigua costumbre
que al principiar el año un hombre de Yos-