mino ascendente,
una tapia escalonada y un bosque al fondo. Cruzan la estampa las líneas
diagonales de la lluvia.
Obashí. (El gran puente). El más grande puente de Yedo
sobre el río Ongava, comunicando los barrios de Hondyo y Nihonbashi.
En primer término el puente bajo un aguacero torrencial simple y
maravillosamente expresado por largas líneas oblicuas que
cruzan la estampa en toda su longitud. Del puente se ve sólo una
parte, por donde caminan varios transeúntes abrumados por la torrentada
bajo paraguas y anchos sombreros, y los pilotes y tornapuntas que lo sostienen
hundiéndose en ese intenso azul de zonas desvanecidas, que tan bien
sugiere en las estampas japonesas, las profundidades acuáticas.
En lo alto de la estampa, oscuras nubes cuelgan y se desgajan como al
iniciarse una tromba y atrás de la cortina de tupida lluvia, el
ancho río dilatándose en tersura de lago por donde una balsa
se desliza, extiéndese hasta las esfumadas y grisáceas arboledas
de la remota orilla; la más melancólica y yerta lejanía
que el pincel de un artista haya expresado!
La coloración de esta encantadora estampa es un prodigio de armonía
y de simplicidad; es una sinfonía en azul; desde el negro azul de
prusia de la sombrosa profundidad, bajo el puente, hasta el azul de plata
del canal terso y el azul gris de la velada arboleda y del horizonte brumoso,
sólo interrumpida por la ancha faja de ligero ocre del dorso del
puente; por la orla de negro bermejo de las nubes que se descuajan, en
lo alto, y por los rojos cuadretes de títulos y firma, que arriba
y abajo de la
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