cromática
más encaminada a herir la retina popular que a lograr un resultado
artístico.
Por el hecho de tener impreso un solo sello de censor32
debe asignarse como fecha a las estampas mencionadas, que deben ser "tirajes"
posteriores a la edición original de fecha mucho más remota,
alguno de los años de 1842 a 1851.
Existen otras estampas en que la figura humana es el asunto principal,
el asunto literario por lo menos, y de las que Hiroshigué es coautor
junto con Toyokuni. Estos grabados demuestran el exclusivismo que como
pintor paisajista afirmó y mantuvo Hiroshigué al avanzar
en su vida, pues en ellos, él pintó el paisaje y Toyokuni
las figuras.
En mi colección existen dos de esas obras. Una tiene como título
serial: Yedo jiman sanjiu roku (Los treinta y seis orgullos de Yedo)
y representa a varios personajes, mujeres y hombres, paseando a la orilla
de una pradera sembrada de lirios en cuya parte superior corta la estampa,
la torcida rama de un pino.
Poco tiene esta obra de notable; su coloración es pesada, pastosa
y de un negror insólito en la estampería japonesa.
La otra en cambio, un tríptico, es soberbia; titúlase genéricamente
Gojitsu Guenjí (Hoy y mañana?) y representa
el jardín de un daimio en invierno, cuya total blancura rompen sólo
el verdor de los brotes arbóreos y el azul de un arroyo, al borde
del cual, el príncipe y una dama contem-