Fuente y banca de azulejos en la casa de Coyoacán

 

FICHA HEMEROGRÁFICA
 

Fuente y banca de azulejos en la casa de Coyoacán.
Fotografía incluida en Francisco Gándara, "Tablada", en Revista de Revistas, 22 de junio de 1913.
[Nota general al conjunto de fotografías: "La casa del poeta Tablada, en Coyoacán. En nuestro grabado aparece el poeta en el pabellón japonés de su morada de Coyoacán, tomando té a la moda del imperio del Sol Naciente, y en la parte baja del mismo grabado se le puede ver practicando un rito "shintoísta" de aquellas lejanas regiones. En el ángulo superior derecho se ve un rincón del jardín, que deja aparecer parte de la fuente colonial de azulejos. La casa de Tablada es un verdadero museo, en el que ha desplegado su indiscutible gusto artístico el notable escritor". Esta fotografía no forma parte del Archivo Gráfico José Juan Tablada.]
 
 

NOTA
 

Esta fotografía muestra, en la parte inferior izquierda, una banca de azulejos que se encontraba en el jardín bajo la ventana de la salón de la casa de José Juan Tablada. A la derecha, como lo indica la nota de Francisco Gándara, se distingue parte de una fuente también de azulejos. La descripción literaria de esta parte de la casa de Tablada en Coyoacán se encuentra en Las sombras largas:

Pero alguno de mis poemas, la segunda "Epístola a un sibarita", dedicada a mi nobilísimo y predilecto amigo don Francisco Asúnsolo, tiene la total emoción de mi jardín.
    Sus panoramas frente al peregrino horizonte del valle:
Se alza el volcán en el confín erguido
y el bloque de su cúspide de hielo
entre la falda azul y el azul cielo
flota como una nube suspendido.
La fuente de azulejos en el patio, frente a la entrada de la casa:
El sol que va a morir, con sus reflejos
la fuente colonial bruñe y decora;
y cayendo en la caja de azulejos
plañidera y tenaz, el agua llora.
La barda del jardín, al lado oriente:
Y de los pinos abre entre las ramas
un mastuerzo sus flores, sobre el muro,
que arden cual una procesión de llamas 
en un claustral ambulatorio obscuro.
La banca o "poyo" ed azulejos, bajo la ventana del salón:
Pero nada tan triste hay en el huerto,
en medio del crepúsculo sombrío,
como ese banco rústico y desierto
que siempre aguarda y siempre está vacío...

Aunque erigido ayer, alza un arcaico
perfil entre los céfiros huraños,
y por la fecha inscrita en su mosaico
parece que está solo hace cien años.

En efecto, uno de los azulejos tenía esmaltada la fecha de su fabricación: 1804 y el azar de la rima engarzó la verdad del detalle... [pp. 163-164]
Tablada continúa la evocación de su casa en Coyoacán pasando de la descripción del jardín a la de los azulejos que componían, además de la fuente y la banca, la chimenea. Véase las notas a las imágenes Composición de insectos y otros animales y Biblioteca que perteneció a José Juan Tablada.
 
 

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