Old Bartholomew’s Church

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

Carpeta IV. Carpeta de forma italiana con pastas verdes, 46 folios con obra plástica de JJT. Portada con dibujos.
9 3/4 x 6 1/4"
Descripción por folio.

17v) Old Bartholomew’s Church.
Recorte de prensa con la fotografía de una iglesia, de la agencia fotográfica Underwood & Underwood Photo.
4 1/2 x 5 7/8"
[En el ext. inf. ms. a lápiz: "E 43th st. Aquí viví con Palomar en 1916, el laboratorio de perfumes; la única sopa de ajo, en el lujoso apartamento. Kalogramas murales, el cheque por el pollo asado, primero versos ideográficos. El puñal, Talon rouge e [ilegible]".]
 
 

NOTA
 

Guillermo Sheridan apunta en su edición del Diario que los cuadernos escritos por José Juan Tablada entre los años 1914 y 1919 se perdieron. Pocos son los detalles que se conocen de su vida durante este periodo de exilio e inestabilidad. Afortunadamente, este recorte de prensa arroja alguna luz sobre el tema. En agosto de 1914, Tablada zarpó rumbo a La Habana, junto con algunos colegas periodistas que también habían colaborado con el régimen de Huerta. De La Habana pasó a Galveston, Texas, y de allí se trasladó a Nueva York. En 1915, comenzó a publicar en varios periódicos y revistas de dicha ciudad, que se editaban en español, como el Magazine de la Raza. En ese periodo, frecuentó a artistas latinos y comerció con arte mexicano. También impartió clases de natación y de francés a los hijos de familias hispanas acomodadas. De esta manera conocería a su segunda esposa, Eulalia Cabrera Douval, de origen cubano, en la primavera de 1917, en el domicilio de la señora María Luisa Fernández de Velazco, según cuenta la propia Nina en José Juan Tablada en la intimidad.
    De los datos anteriores se puede deducir que Tablada vivió en Nueva York en diferentes lugares durante aquellos días. Pasó una temporada con su amigo José Torres Palomar, creador de los kalogramas, en la calle 43, donde se encuentra la iglesia de este recorte. De la anotación al pie de la imagen –"aquí viví con Palomar en 1916, el laboratorio de perfumes; la única sopa de ajo, en el lujoso apartamento. Kalogramas murales, el cheque por el pollo asado, primeros versos ideográficos. El puñal, Talon rouge..."– se infiere que el poeta compartió con su amigo pintor los momentos en que creó estos poemas que llamó "madrigales ideográficos".
    En Las sombras largas, Tablada hace una breve referencia a este periodo de su vida compartido con Francisco Terrazas y Torres Palomar:

Mi simpático amigo Panchito Terrazas, gallardo, atlético, lleno de salud, vástago de dos prominentes familias de Chihuahua, era Luján por la parte materna, pudo haber tenido un brillante futuro y, sin embargo, poco después de aquella plática moría en California en plena juventud y cuando parecía más robustamente afianzado a la vida. No obstante sus actividades de muchacho rico, deportista y mundano, tenía culto por el arte y una noble curiosidad por todas las cosas del espíritu que me hizo pasar en su compañía y en la de Torres Palomar, camarada nuestro en este glacial Nueva York, ¡horas inolvidables de nostálgicas evocaciones patrias y cordial efusión! [p. 414].
Mucho más efusiva es la crónica "José Torres Palomar" (Excélsior, 12 de diciembre de 1920). En tono elegiaco, Tablada lamenta la prematura muerte de su amigo, su infortunada carrera de genio ignorado por los poderosos, víctima de una sociedad desquiciada; y exalta su disciplina de trabajo y su entrega al ideal, entre otras virtudes artísticas. Especial atención recibe el tema de los kalogramas,  invención que, según Tablada, el propio Palomar definía como "Una imagen psicológica de un individuo, expresada en color por medio de las letras de su nombre". En Al sol y bajo la luna (1918), Tablada incluyó el siguiente poema dedicado a Torres Palomar:
 
Kalogramas

A Torres Palomar      

Por su geometría y por sus colores
tienen tus emblemas
algo de las flores
y algo de las gemas.

En tu arte sutil y extraordinario
con florones y pedrerías, eres
a un tiempo jardinero y lapidario
y escribes nombres de mujeres.

Todo Kalograma es gentil, aquél
sobre un fondo reticulado de vitral
un nombre bíblico bosqueja,
suave como la cera, dulce como la miel;
en las celdillas de un panal
vibra como una abeja.

El otro con sus letras engendra el perfil
de una figura egipcia vaga y rápida,
pues egipcio es tal nombre-lápida
como la bailarina "Kranil"...

Tal Kalograma blanco y pleno
es albor y curva de seno;
otro es sombra y silencio como un limbo...
virginal; aquel otro tiene un nimbo...

De las orquídeas el primor
lucen tus letras de arte noble
y sutil, y el encanto doble
del arabesco y del color...

Arte que su hermética gracia
orna, timbra, personaliza,
ˇy a la ventruda democracia
de New York aristocratiza!
 

[Obras I, pp. 331-332]

En una nota a la edición de Al sol y bajo la luna, incluida en Obras I, Héctor Valdés señala que la Imprenta Francesa, Jardín Carlos Pacheco 1 y 3, anunció en la página 3: "Preliminar de Leopoldo Lugones. Portada de Jorge Enciso. Kalograma de Torres Palomar". El estudioso comenta: "¿Era el kalograma un dibujo especial que acompañaba al libro? No sabemos. El poema 'Kalogramas', dedicado a Torres Palomar, nos hace pensar en ese dibujo" (p. 624). Véase la nota a la imagen Palomar, en donde se da noticia de este kalograma.
 
 

RMS/AEHM