Vida e historia precolombinas

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

79. Dos láminas con motivos prehispánicos

2) Vida e historia precolombina.
Impreso sobre cartulina.
9 ½ x 12 5/8"
[En el ext. sup. izq. ms. a lápiz: "4" y debajo ms. impreso: "Trat. Iº". En el ext. sup. der. ms. a lápiz: "2" y debajo ms. impreso: "Lám: 16". Arriba del primer grabado: "Cap. 47º" y arriba del segundo: "Cap. 48º". En el ext. inf. der.: "Lith. de Jules Desportes Inst: Inyiér: des Sourds- Muets".]
 
 

NOTA
 

Esta imagen contiene reproducciones en litografía de la serie de pictogramas que originalmente ilustraron la Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme (1581), de fray Diego Durán. Las pinturas actualmente se encuentran en un "Atlas" independiente de la obra, pero corresponden al tratado I, capítulo XLVII, párrafo 8, y al capítulo XLVIII, párrafos 16, 17 y 19. A continuación se transcribe la descripción que hizo de ellas Durán:

 
47° "De  como el rey Ahuizotl, después de venido de la guerra,
visitó todos los templos, y de las grandes ofrendas y sacrificios
que en agradecimiento de la victoria ofreció y de las mercedes
que hizo a sus vasallos." 

48° "De la muerte de Tlacaelel, y de cómo el rey Ahuitzotl pidió
al señor de Cuyuacan el agua el Acuecuexco y de la excusa que
le dio, por lo cual le mandó matar."

Capítulo XLVII

8. Donde, luego que el rey salió, los sacerdotes que estaban en la ordenanza dicha, a una parte y a otra de la calle, echando incienso en sus incensarios, lo empezaron a incensar con la misma [ceremonia] que a sus dioses. Con la cual llegó al templo y, entrando que entró, por el patio, empezaron a tocar, tambores y caracoles, flautas y otros instrumentos de bocinas que ellos usaban. Todo lo cual cesó en llegando que llegó a la cumbre del templo, donde todos se humillaron ante él, haciendo la [ceremonia] a manera de querer besarle las manos.

Capítulo XLVIII

16. El rey, espantado de cosa tan inaudita y teniéndose asimismo por menospreciado, mandó volviese otro día al mismo efecto, con doblada gente, para que, sin temor de ningún animal, acometiesen a le matar. Los cuales llegados y siendo avisado Tzutzumatzin, señor de Cuyuacan, mandó los dejase entrar, como el día pasado lo había hecho y, entrando que entraron en el aposento, vieron en medio de él una grande y gruesa víbora enroscada y la cabeza encima del lomo. La cual, como los vido se empezó a desenroscar y a acometerlos.

17. Los cuales, como la vieron, aunque temerosos, amagaron para la herir, como les era mandado. En un momento se levantó en el aposento un fuego tan grande que parecía arderse y eran tantas y tan continuas las llamas que salían, que forzó a todos los presentes a salir huyendo, como el día antes habían salido. Los cuales volvieron a México y contaron al rey la posibilidad que había en matarle por artes mágicas.

19. El rey, enojado y porfiado en su determinación, envió a decir al cabildo de los señores de Cuyuacan que entregasen a Tzutzumatzin su señor luego, donde no, que les haría guerra y los destruiría como rebeldes a sus mandamientos. Lo cual visto por Tzutzumatzin y que era imposible poder escapar y que por él no destruyese el rey Ahuitzotl a Cuyuacan y padeciesen tantos inocentes, mandó llamar a los mexicanos.


 

MLHV