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FICHA CATALOGRÁFICA
134. Álbum de fotografías. Sin pasta. 18 folios de cartoncillo negro engrapados.
7 x 4 3/4" con fotografías sepia adheridas.
Descripción por folio.11) Cúpulas de la Iglesia del Carmen en San Ángel.
3 5/8 x 2 3/4"
NOTA
Según la información proporcionada por la maestra Magdalena Vences, estas tres cúpulas son de la Iglesia del Carmen en San Ángel, Distrito Federal. En su Historia del arte en México, Tablada menciona el convento carmelita de San Ángel, el franciscano del Desierto de los Leones y el dieguino de Churubusco como ejemplos de los edificios monásticos que se encuentran en los suburbios de la capital. A propósito de las cúpulas en general, el poeta escribió los siguientes párrafos en el resumen que cierra la sección "Las catedrales" del apartado que dedica a la arquitectura colonial:
Si un genio de universal fama como Humboldt, seducido por nuestra arquitectura pública y privada llamó a nuestra metrópoli "La ciudad de los Palacios", otro prominente americano, S. Baxter, impresionado por nuestra arquitectura eclesiástica, que estudió detenidamente, dijo una frase panorámica: "México es un país de cúpulas". Y uno de nuestros artistas de la palabra escrita, Genaro Estrada, escribió lo siguiente que copiamos, pues hace amar nuestras bellezas y este libro tiene ese único fin, acendrar ese amor, ya que una de las mejores maneras de admirar a México y amarlo es verlo a través de su arte: "Y cúpulas! La cúpula de la Santísima, que parece una compotera; la cúpula de la Soledad, maciza y grave, con sus medallones blancos sobre la piedra negruzca; la cúpula del Señor de Santa Teresa, eminente y esbelta con su linternilla como un tibor de la China; la de Loreto, que es un caracol que avanza los dos cuernos agudos de sus torrecillas; la de Santa Inés, que siempre lleva su traje de fiesta, con galones anaranjados y azules; la de la Enseñanza, birrete de doctor teologal; la de la Encarnación, que reza al cielo oraciones en esmalte blanco; la de Santa Catarina, ancha y aplanada, con su orla de ventanas; cúpulas bajas y poligonales; cúpulas con cinturones de pilastras; cúpulas ovoides; domos vastos hechos para albergar allá abajo, en los cipreses de las iglesias, las suntuosidades de la liturgia; para que resuene en sus paredes cóncavas el trueno de los órganos; o parvos y sencillos, acogedores de las voces de los niños en las tardes blancas del mes de María y del zureo de las palomas del valle mexicano en las mañanas calurosas de julio" [pp. 166-170].Tablada no da la referencia del texto de Estrada, que aparece ilustrado en el libro con cuatro fotografías de catedrales y cúpulas diversas. El arranque más poético que histórico de las citas de Tablada encaja en el tono ambiguo de la obra declarado desde el "Proemio", fechado en Nueva York, marzo-noviembre de 1923: "Este libro tiene por fin principal acendrar en el espíritu del lector el respeto y el amor por las obras de arte y por los artistas mexicanos. [...] El arte es el producto supremo del espíritu y el espíritu es lo único que no muere y perdura y se salva en este contingente planeta... y en la infinita evolución teosófica" (p. 9). Desde luego, también el gesto obedece a su amistad con Estrada, a quien solicitaba frecuentemente favores.
RMS