Ricardo Morales, epiléptico

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

Carpeta V. Carpeta de forma italiana con pastas verdes, 52 folios con obra plástica de JJT.
9 7/8 x 6 1/4"
Descripción por folio.

38v) Ricardo Morales, epiléptico.
Carbón, lápiz y lápiz de color sobre papel bond cuadriculado.
4 5/8 x 7 3/8"
[En el ext. sup. izq. ms. a lápiz: "10/7-1895". En el ext. sup. der. ms. a lápiz: "Ricardo Morales. Epileptico". Al reverso otro dibujo a lápiz y acuarela.]
 
 

NOTA
 

José Juan Tablada realizó este dibujo durante su paso por el Hospital de San Hipólito, en 1895, donde fue internado por los excesos de sus experiencias con drogas. A pesar de que frecuentemente manifestó su alejamiento definitivo de ellas, este episodio y otros más de su vida bohemia marcaron su imagen pública y lo hicieron blanco de suspicacias y maledicencias. En 1927, Diego Rivera lo retrató junto a José Vasconcelos, en los muros del segundo piso de la Secretaría de Educación Pública, haciendo referencia a este periodo de su vida desde el punto de vista del arte comprometido políticamente:

Mural de Diego Rivera en la Secretaría de Educación Pública

Detalle del mural

Guillermo Sheridan publicó una carta de Tablada a Genaro Estrada, fechada el 27 de septiembre de 1927 (Vuelta 157, diciembre de 1989, pp. 44-47), en la que el poeta comenta su inclusión en el mural. En el texto de presentación de la carta, Sheridan describe al poeta de la siguiente manera: "con una barba de tres días, pupilas de marihuano y ojeras de verde ajenjo, templa una lira elitista y padece el empalago del laurel impopular". En la carta, Tablada se queja del atrabiliario "complejo de superioridad" de Rivera, se sorprende de que se le haya permitido promulgar ofensas grotescas en los edificios públicos y lamenta el deterioro de su quehacer artístico. En la descripción que hace de su persona, le devuelve la acusación de drogadicto y responde a su crítica sobre el papel del artista:

Esa es la característica de Diego: ser plebeyo, lo cual nada tiene que ver con las normas políticas que él, aunque revolucionario de pousse-café, se cree obligado a promulgar en su pintura, en su persona, en su bastón de apizaco y en sus humazos de marimúsica... ha rebajado su numen pictórico, mejor dicho: su maestría, hasta convertirse voluntaria y exclusivamente en pintor de Cámara de la CROM, y aindamais en adulador de la plebe ignara...

Haikai
Diego Rivera
¡Golondrino
de la axila plebeya!
Véase también las notas a las imágenes La camisa de fuerza, Filiberto del Valle (El gallo) y La camisa de fuerza, San Hipólito.
 
 

RMS