Pescado
De colores y dorado;
Pescadito de jabón
Súbitamente evocado,
Sin ton ni son...
Del recuerdo entre la niebla
Oh pez, tu silueta revive
Y te miro flotar en el aljibe
Angélico de La Puebla!
Pez volador en el pensil
Encantado y profundo
De mi asombro infantil
Cuyo kindergarten era el mundo...
Pescado de jabón
Y de oro volador,
Para mi total emoción
Todo era una flor...
Mis hermanas eran flores:
María era jazmín,
Luz maravilla
Y entre el vibrante júbilo
de tan lindos colores
Mi madre era una rosa de Castilla!
Pez nadador de las tardes de lluvia
En que no había colegio
y era
Sobre el hondo jardín donde
diluvia
Maravilloso acuario de vidriera...
Mágico pez
De mi niñez,
Útil eras, pero te hacía
Juguete la hogareña economía;
Y en tu oficio lustral
En la tina do era la jícara,
piragua,
Morías por sino fatal
Como el pez en el agua...
Te disolvías en tu propio
elemento
En purificadora integración;
¡Quién así
se integrara a su íntima ilusión!
Y aquí se acaba el cuento
Del "Pescadito de Jabón"...
Nueva York, Marzo, 1926.
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