Puebla de los Ángeles, tus
campanas a vuelo
Levitaron mi júbilo hasta
el cielo
Tu polifónico repique
Doró, como los batihojas,
De la Casa del Alfeñique
Las blancas estalactitas y las
paredes rojas...
¡Oh júbilo pascual
De tus campanas de cristal
De eclesiástico oro
Y de bronce sonoro!
Mística Puebla arquitectónica
y musical,
Industriosa y simétrica,
Inmune a los fonógrafos
y a las cosas eléctricas
Y a esa polvareda que pasará
De tanto borrego sin lana
Que no ha enriquecido la
Biblioteca Palafoxiana...
Talladas como por orfebres,
¡Oh estanterías de
milagro,
Os salvásteis de ser pesebres
De Sánchez, el onagro...!
¡Ojalá que se rompan
en tus muros
De preciosos esmaltes arabescos
Los furores grotescos
De los Sánchez futuros!
Puebla, en tu ambiente cuaresmeño
Mi niñez se levanta como
un sueño.
El silbato de tus serenos
Las medianoches raya con surcos
de cristal
Tal como si apuntaran las horas
de sus velas
En un pizarrón negro con
blancas paralelas...
En el aire glacial,
Mientras en la sombra te arrebujas,
Fúgase por tus barrios desiertos
el Nagual
Y tus cúpulas ciñe
la ronda de las brujas
En claroscuro de grabado antiguo
Que se borra, si me santiguo...
Con el fotógrafo López
Escalera
Estuve una mañana... ¡Quién
pudiera
Pasar un mes entero
En casa de Padierna, el Alfarero
Mago de la poblana Talavera!
Aquella mañana
Policroma y peregrina,
Aunque muy mexicana
Fue un viaje al País de
la Porcelana,
A la maravillosa China.
Pues con arcilla plástica
y tierna
Y los esmaltes minerales
Renueva el tlachichique Padierna
De Nanking a Kuanton las obras
inmortales!
Puebla, tus campanas musicales
Parece que hacen danzar
Hieráticas y rituales,
A tus mil torres en baile singular
De salomónicas espirales...
Campanas que gritaron la victoria
Después de que rugieron
los cañones
En las fulguraciones
Épicas de tu historia...
Mas, oh urbe, perdona este ímpetu
ancestral
De patriótica latria
A quien se va alejando de la patria
¡Rumbo a la Internacional...!
¡Oh Puebla, en la futura patria
veo
Tu más pura y más
alta cruz
En manos de Tolstoi y de Jesús,
Únicos socialistas en que
creo!
Entretanto miro esa luz,
Entretanto... tus tardes melancólicas
Sobre el oro del cielo y el lázuli
del monte
Esmaltan, entre cúpulas
de joyantes mayólicas
A Bagdad en el horizonte!
Mi asombro es un altar de Churriguera
Profuso, complicado y sutil
Que cintila y florece con las mil
Llamas de una dorada Primavera...
¡Mas, oh Puebla, son vanos
mis afanes
Intentando decirte
El pasmo azul y blanco de los cuatro
volcanes
Que a tu valle se asoman para verte
y oírte!
Puebla, Enero 6, 1923.

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