UN POETA EN LA FERIA



No tengo el delirio vano 
De querer ser universal,
Ni siquiera continental,
Me basta ser poeta mexicano...

Tal como el
Rapsoda de "Corridos" populares
Que lanza en la vihuela sus cantares 
Y en policromas hojas de papel.

Darle una voz a cuanto calla
En la múltiple patria 
Ímpetu de arte, gesta de batalla,
Nuevo espíritu y vieja latria.

Conciliando las paradojas
Del Amor extraviado en el gesto cruel 
Como abeja que saca cera y miel
De las flores más rojas...

Alma, rayo y estrella, que en idéntica arcilla
Anima cuando arde
Al demoniaco Pancho Villa
Y al arcángel López Velarde...

Miseria y grandeza triunfal
En un alternativo brote;
Paradoja del Zopilote
Y del libérrimo Quetzal;

Ángeles, centauros y lobos
Hermanos en la misma grey,
Resurrección de Huichilobos
Contra la justiciera ley...

Lucha de Arimán y de Ormuz
En un relámpago constante;
Tormento de no ver triunfante
Al fin la Verdad y la Luz!

.  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .
.  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .

Así lamentaba el destino
—No lejos de una pulquería—
Un poeta que a "La Feria" vino 
Bajo el "smoking" neoyorquino
Que enlutaba su nostalgía!
 


 

 
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