HOKKU



Un día... (Poemas Sintéticos) libro hermano de El jarro de flores, fue publicado en Caracas a mediados de 1919. 
    La crítica mexicana ejercida generosa y sutilmente por Enrique González Martínez, Genaro Estrada, Rafael López y Ramón López Velarde, no estableció el carácter de aquellos poemas. La otra crítica, la que juzga pero no comprende, lucubró, a mi intención, sobre poesía china y aun sobre epigramas alejandrinos... Ni siquiera el doble fulgor estelar de los claros nombres de Bashó y Shiyo, inscritos en la dedicatoria, pudo alumbrar la espesa tinta en cuyo núcleo se agitan en vano los turnios calamares...
    Los "Poemas Sintéticos", así como estas "Disociaciones Líricas", no son sino poemas al modo de los "hokku" o "haikai" japoneses, que me complace haber introducido a la lírica castellana, aunque no fuese sino como una reacción contra la zarrapastrosa retórica, que sólo ante el ojo de vidrio de Clemencia Isaura puede hacer pasar como poetas a los bembudos generales de Haití.
    El "Haikai", de floral desnudez, no necesita  búcaros.
    Por esencia es justo vehículo del pensamiento moderno; tema lírico puro, adámico como la sorpresa y sabio como la ironía.
    A quienes avaloran las cosas por su tamaño, podría decirse que biológicamente, nada hay grande ni pequeño, hacerles notar que los rascacielos no son sino quirotecas de la gran Mano Judía, las Pirámides nilóticas, gorros de dormir para cadáveres faraónicos, y en cambio, recordarles la célula, o bien el millón de kilowatts almacenado en un milímetro cúbico de éter...
    Un año después de la publicación de Un día..., la Nouvelle Revue Française (N° 84, septiembre 1, 1920) publicó "haikais" escritos en francés por doce poetas de Francia, bellísimos algunos como el de Jean Paulhan:
Qui te parle en souriant?
Non c´est le ruisseau qui roule
    Quelques fleurs...
    Recientemente, Paul Fort reconoce el interés que la poesía del Japón despierta entre notorios escritores de Francia y nota la aparición en esa lírica de una primavera de "haikais". Esto, con los escritos en inglés por poetas anglosajones, prueba que la síntesis poética que me sedujera hace tiempo, ha sido digna de universalizarse.
    Dos jóvenes poetas mexicanos, entre otros, han comenzado a escribir "haikais". Uno,  Rafael Lozano, muestra  plausible propósito de sobriedad. Otro, Carlos Gutiérrez Cruz, es autor de varios poemas sintéticos, muchos buenos y uno perfecto, "El Alacrán", que dice así:
Surge de algún rincón
enmedio de un paréntesis
y una interrogación...!
    Haikai definitivo, capaz de haber hecho reír con júbilo al viejo Bashó del siglo XVII, alma mixta de dos poetas, Francisco Villon, el Pícaro, y Francisco de Asís, el Santo; romero perdido en las remotas veredas niponas que hoy surge como fantasma amable y venerable, para recorrer los caminos del mundo.

 
José Juan Tablada
 Nueva York, Abril, 1922.

 
 
 
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