M. Paul Poiret

 

FICHA CATALOGRÁFICA
 

97. Serie de 16 caricaturas. Fuentes no identificadas, periódicos y revistas.

12) M. Paul Poiret.
7 7/8 x 3 7/8"
[Texto al margen izq.: "El más perfecto de los parisienses y el más audaz...".]
 
 

NOTA
 

Antonio (Toño) Salazar (1897-1990) fue un caricaturista salvadoreño de renombre en el mundo de la plástica internacional de los años veinte, durante los cuales participó en la bohemia latinoamericana avecindada en París. Fue amigo íntimo de Alfonso Reyes, José D. Frías, José María González de Mendoza y Luis Cardoza y Aragón. También entabló amistad con los pintores Diego Rivera, Rufino Tamayo, el holandés Kees Van Dongen y el dibujante japonés Foujita. Luis Cardoza y Aragón recuerda en sus memorias El Río. Novelas de caballería, que convivió con Toño Salazar tanto en París como en Nueva York:

De Toño Salazar, Alfonso Reyes afirmaba que tenía genio. Se conocieron en París, no sé de qué milagros vivía. Antes residió en México, huyendo de la estrechez de Santa Tecla, de El Salvador. En México trató a Porfirio Barba Jacob, a quien recordaba con cierto asombro, en veladas en el antiguo palacio de la Nunciatura, en donde el poeta colombiano celebraba saturnales con mariguana.
    Supongo recibía beca de su gobierno, que se la quitaban y conseguía renovarla, por ello lo atormentaron temporadas de hambre y frío. Nos reuníamos constantemente y sus amigos fueron en París mis amigos. Con el don de la persuasión y la simpatía, su temperamento conciliador no se enfrascaba en polémicas y soslayadamente descubría el meollo del asunto, adelantando al sesgo, como un alfil, en apariencia tímido peón mágico que recorre el tablero con todas las regias capacidades.
    Dejemos la alegoría ajedrecística y ocupémonos con la caricatura: en su habitación vi a color a la condesa de Noailles, al modisto Paul Poiret, a Valle Inclán, a Unamuno, a Henri de Regnier y, con la tiara pontifical de tres coronas dibujaba a Picasso. Salazar es superior a sus dibujos; habría sido gran escritor o gran músico, lo que hubiese querido. Las caricaturas mejores fueron su caricatura. ¿Cómo recordar a un hombre de espuma? ¿La espuma perpetua y momentánea? Se ganó la vida dibujando en Buenos Aires, de donde tuvo que salir apresuradamente por una caricatura de Perón. Pasó a Montevideo.
    Colocó entre paréntesis el dibujo al entrar al servicio exterior salvadoreño. Había nacido para vivir en París. Deseo que haya escrito muchas veces a Reyes; las cartas nos los retratarían mejor que los dibujos. Su talento no se cumplía sino en lo que se va: en el diálogo, en la reunión entre amigos. Pienso en su epistolario, con poca certeza. Lo sé perezoso para epistolero, como diría José Bergamín. Le preocupaba y ocupaba el instante. Así que muy contados, sabía descubrir lo escondido y de mayor significación en una línea, en una obra, en un hombre, en un suceso [p. 312].
 Toño Salazar ilustró el primer libro de poesía de Luis Cardoza y Aragón, Luna Park (1928). En este Archivo se conserva otra caricatura de Salazar: Mme. Colette.
 
 

JESC