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FICHA CATALOGRÁFICA
79. Dos láminas con motivos prehispánicos
1) Combate ritual.
Impreso sobre cartulina.
9 1/2 x 12 5/8"
[En el ext. sup. izq. ms. impreso: "Trat. 2º" y en el ext. sup. der.: "Lám. 7ª". Arriba del primer grabado: "Cap. 9º", arriba del segundo: "Cap. 10º" y arriba del tercero: "Cap. 11º". En el ext. inf. der.: "Lit. de Jules Desportes Inst: Inyiér: des Sourds- Muets".]
NOTA
Esta lámina es una litografía del Códice Durán. Abajo se muestran las imágenes a color de este documento y las descripciones completas que se encuentran en el libro Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme de fray Diego Durán:
9
"De la gran fiesta que llaman Tlacaxipeualiztli, que quiere decir 'Desollamiento de hombres', en el cual solemnizaban un ídolo llamado Totec y Xipe". Sacrificio gladiatorio en las festividades de dicho dios.10
"De la fiesta que al sol se hacía debajo de este nombre: Nahuolin".11
"Que trata de los hechos de los caballeros del sol, y de cómo
los grandes los honraban a ellos y a los demás que señalaban".
A continuación se transcriben los fragmentos de los capítulos correspondientes a las imágenes:Capítulo IX5. La imagen y figura de este ídolo era de piedra, de altor de un hombre con la boca abierta, como hombre; que está hablando; que demostraba tener vestido un cuero de hombre sacrificado, colgando las manos del cuero a las muñecas. Tenía en la mano derecha un báculo, con unas sonajas al cabo, a su modo, enjeridas en el mesmo báculo, en la mano izquierda tenía una rodela de plumas amarillas y coloradas; de la cual y dentro la manija, salía una bandereta colorada con sus plumas al cabo.
6. En la cabeza tenía una tiara, toda colorada, ceñida con una cinta colorada, que venía a hacer un lazo en la frente, galano, y en medio del lazo, un joyel de oro. A las espaldas tenía colgada otra tiara, de la cual salían tres banderetas, con tres tiras que colgaban de la tiara abajo, todas coloradas, a honor de los tres nombres del ídolo. Tenía puesto un solemne y galán braguero que parecía salir por entre el cuero del hombre que tenía vestido. Y esta era el vestido que siempre a la continua tenía, sin diferenciársele, ni mudárselo jamás.
Capítulo X
8. En estando recogida, al mesmo sonido de aquellos caracoles y bocinas, sacaba un indio de los presos en la guerra, muy acompañado y cercado de gente ilustre. Traía las piernas embijadas de unas rayas blancas y la media cara, de colorado, pegado sobre los cabellos un plumaje blanco. Traía en la mano un báculo muy galano, con sus lazos y ataduras de cuero, injertas en él algunas plumas. En la otra mano, traía una rodela, con cinco copos de algodón en ella; traía a cuestas una carguilla, en la cual traía plumas de águila y pedazos de almagre y pedazos de yeso, y humo de tea y papeles rayados con hule.
Capítulo XI
3. Y aunque su modo es bajo, no eran las mercedes tan de baja estima, que eran pueblos, villas, aldeas y posesiones; oro y plata, joyas, ricas piedras, plumas y divisas de mucho valor y precio, no parando en los vestidos de ricas mantas y bragueros que les daban en recompensa de los hechos valerosos que hacían. Y no sólo a los hombres de linaje, empero también a los de muy baja suerte que señalasen. Para los cuales tenían particulares premios y mercedes, con que los diferenciaban de los nacidos de principales, dándoles particulares divisas y armas, para que, en fin, fuesen conocidos por caballeros privados pardos y diferenciados de los demás ["Tratado II- El calendario antiguo", pp. 96-111].
MLHV