Prehistoric chinese in Mexico

FICHA CATALOGRÁFICA

77. Dos recortes de revista con textos e ilustraciones.

1)  Prehistoric Chinese in Mexico.
8 x 11 1/2"
[Pegado sobre cartón. Como título y resumen: "Prehistoric Chinese in Mexico. Proofs that Mongolians once inhabited that country - Mexican archeologists solve an interesting problem". Al centro, fotografía del profr. William Niven, en "The Mexican Review, August, 1921, p. 44". Rasgaduras, manchas y mutilaciones.]
 
 

NOTA
 

William Niven fue un mineralogista inglés, nacido en Bellshill (Larkshire), en 1850. Estudió es Escocia, su país natal, y en 1879 se trasladó a los Estados Unidos, donde se dedicó especialmente a investigaciones mineralógicas. Viajó mucho por México y, en 1891 descubrió, en el estado de Guerrero, los restos de una nación o ciudad prehistórica, de mucha extensión. La ciencia mineralógica le debe el hallazgo de los nuevos minerales, itralita, trogumita, nivenita (llamado así para recordar el nombre de su descubridor) y la aquilarita, este último encontrado en Guanajuato.
    El artículo trata de la visita de Yeeshing L. C. Tao, secretario de la legación China, a la colección arqueológica de William Niven, noticia publicada por el periódico mexicano El Universal. El articulista de The Mexican Review comenta las semejanzas que Tao encontró entre los rasgos de algunas piezas cerámicas de la colección y las características de otras de su país. Entre los objetos que examinó estuvieron: incensarios, pequeñas cabezas con tocados que tienen un ave o con cascos, sellos cilíndricos, motivos decorativos como flores y hojas, e inscripciones. Tao también señaló la presencia de elementos budistas. A su vez, el profesor Ramón Mena –uno de los arqueólogos mexicanos más importantes, según el artículo– afirmó que las piezas fueron encontradas en un estrato teotihuacano o tolteca de las inmediaciones de Atzcapotzalco, aunque en realidad eran de origen tarasco, lo cual probaba el intercambio comercial de la época. Mena apoyó las observaciones de Tao y señaló que, conforme la investigación de estas semejanzas se interna más en el pasado mexicano, aumentan las similitudes entre un tipo de indumentaria tenida por nacional y otra que fue usada por los mandarines. El artículo contiene otras coincidencias interesantes: la aparición de la cruz svástica en una urna, el uso común del caracol como trompeta guerrera, etc. Para más detalles véase el artículo completo.
    Tablada conservó este recorte seguramente por su interés en estos "vasos comunicantes" entre las culturas ancestrales, tanto en el aspecto meramente histórico y cultural como en el esotérico. En el ensayo "La obra inédita de José Juan Tablada", José María González de Mendoza, menciona como uno de los proyectos inéditos de Tablada el siguiente:

"De Aztecas y japoneses", cabe suponer que sería una colección de ensayos sobre las semejanzas entre el arte de ambos pueblos y sobre sus relaciones pretéritas, con pie en la vieja tradición de que los pobladores de América vinieron de Fu Sang, que unos creen ser el Japón y otros la China. Quizás, dando generosa amplitud al título, hablaría también de los contactos habidos durante la época virreinal; de las arribadas forzosas a playas japonesas de la nao mal llamada "de China", pues de Manila venía; acaso de San Felipe de Jesús y de los otros dieciséis mártires de Nagashaki [Ensayos selectos en Poesía de José Juan Tablada]
En la crónica titulada "Nuestros padres asiáticos...", Tablada hace referencia a un descubrimiento similar al de Niven –descrito en otro recorte de este Archivo– y se extiende sobre las semejanzas entre la cultura china, la japonesa y la mexicana, en las que se pueden reconocer algunos datos mencionados en el presente artículo. También cita un fragmento del poema "Exégesis" que se transcribe completo a continuación:
 
                        Exégesis

Es de México y Asia mi alma un jeroglífico.
 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¡Quizás mi madre cuando me llevó en sus entrañas
miro mucho los Budas, los lotos, el magnífico 
arte nipón y todo cuanto las naos extrañas
volcaron en las playas natales del Pacífico!

Por eso amo los jades, la piedra esmaragdina,
el verdegay chalchíhuitl, por su doble misterio,
pues ornó a los monarcas de Anáhuac y de China
y sólo nace en México y en el Celeste Imperio .

Envuelto en los suntuosos brocados de la Sérica
y exornado de jades, mi numen es de América,
y en el vaso de ónix que es mi corazón,
infundiendo a mi sangre su virtud  esotérica,
                   ¡florece un milagroso
                   cerezo del Japón!


Revista de Revista, 7 de abril de 1918, p. 14.


 

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