CARTA DE GENARO ESTRADA AL POETA


José Juan Tablada
408 West 154th. St.
New York City

Abril 17 de 1923

Querido Genaro:

Por paquete postal certificado tengo el gusto de enviar un ejemplar autografiado por su autor, Dr. Sigueyoshi Obata, de sus magníficas traducciones de Li-Po: "La Gran Estrella Blanca". Como libro acaba de salir espero que no lo tenga usted... que tiene todos. Me regocija el placer que supongo le causará esa lectura por muchas analogías espirituales. Genaro Estrada leyendo a Li-Po en una tarde dominical del Pino, cuando se ha ido el último tertuliano y mezclando el recuerdo mío con las ilustres palabras, es un cuadro que imagino gratamente.
    Estoy abrumado de quehacer, en vísperas de mudanza y con mi taquígrafa enferma, pero sin embargo debo escribirle. En una de sus cartas me dijo Ud. que informara a esa Secretaría de mis trabajos y que también sugiriese lo que a mi juicio fuese conveniente para hacer nuestra propaganda más eficaz. Con lo primero cumpliré en breve y en relación con lo segundo paso a referirle algo perfectamente negativo y desagradable. A mi regreso de ésa hace cerca de un mes cierto americano amigo mío, me preguntó si no había visto en cierto cabaret de Greenwich Village al "pianista azteca" y le agregó que tenía sangre de los "Aztec Kings". No le di importancia al asunto, creyendo que se trataría de alguna guasa de mal gusto, aunque deploré que de nuestros emperadores se tuvieran aquí reminiscencias tan grotescas; pero días después, el compositor Varèse, genial músico, amigo mío y simpatizador de México, vino a visitarme y a contarme que un empleado de nuestro Consulado, llamado Tata Nacho, a quien Varèse conoció por mí en alguna ocasión, tocaba el piano noche a noche, en un cabaret de mala reputación (se llama "Club gallant" o cosa así) con sombrero jarano y haciendo las contorsiones, "shimmy", etc., que aquí son de rigor... Varèse, amigo de México y mío, compañero en París de Diego Rivera y que tiene magnífica opinión de nuestros buenos artistas, estaba apenado y aún indignado al referirme esos detalles grotescos y los comentarios soeces con que la gente de trueno que allí acude glosaba ese triste episodio. Pero siguió diciéndome Varèse, lo chusco es que "Monsieur Nacho" cree que las risas son homenajes y los sarcasmos aprobaciones! Varèse pretendía que yo influyera con el cónsul para que prohibiera tales desmanes a su subordinado. Pero Querido Gordo, ésos son asuntos muy delicados y yo no quiero tener otra intervención que la de ponerlos en conocimiento de Ud... Pensaba hacerlo en la próxima oportunidad, pero esta misma noche acaba de estar en mi casa otro americano amigo mío y de México y me ha dicho que un amigo suyo escritor de zarzuelas para teatros de segundo orden, tenía entre los personajes grotescos de su revista uno llamado "the aztec hobohemian" que esta copiado de nuestro paisano el pianista del "Club gallant"...! Como Ud. sabe "bohemian" es ya algo despectivo tratándose de un empleado consular, pero conjugado con "hobo" (hampón en "slang") resulta insufrible y unido a "aztec" es peor para todos nosotros. Mi amigo y yo veremos mañana al zarzuelero para procurar disuadirle de su propósito.
    Pero aún hay más. Ud. sabe el trabajo, el enorme trabajo que a los que luchamos por el buen nombre de México nos cuesta ir ganando terreno palmo a palmo, en la estimación y en la simpatía de estas gentes que cuando no son adversas son indiferentes o reacias.
    La Exposición de Artistas Independientes Mexicanos fue lo mejor entre los 3,000 expositores como grupo e individualmente por las obras de nuestro gran Diego Rivera. Naturalmente los reporteros de los diarios tan imbéciles aquí como allá, tuvieron la matemática reacción de la imbecilidad ante lo nuevo: la protesta. Ud. como artista lo sabe por experiencia personal y yo también. Pero en la conciencia de los verdaderos artistas de aquí que yo he entrevistado, obteniendo opiniones que publicaré, está el mérito indiscutible de nuestros artistas. Rivera, Best, Orozco, Mérida y todos más o menos.
    Pero no faltó el traidor, al prestigio de nuestra cultura por lo menos, y ése fue un tal Durán Casahonda, que mintiendo telegrafió a El Universal de esa el fracaso de nuestros artistas, basado en una mala humorada de otro reporter del... New York American! Es decir, del menos  autorizado para hablar de arte. Ud. recordará que en México donde a la sazón estaba, yo protesté y conociendo este medio artístico sabía que nuestros artistas no podían fracasar, ni creo que tampoco fracasarían en Moscow, donde creo que están los artistas más puros y más creadores del momento. En esa materia podría aquí haber celos y envidia para nuestros pintores, pero no entre los artistas que realmente valen... Bueno, pues aquí viene lo grotesco y lo lamentable (y lo que me atrevo y que merece una buena reprimenda de Ud., una lección de estética y de disciplina y aun de patriotismo para el menguado que contra todo eso pecó.)
    Tata Nacho instigado por Casahonda declaró públicamente que nuestros artistas eran detestables y que ciertas pinturas de Diego Rivera eran porquerías (!!!). Es claro que si eso hubiera sucedido en México, hubiera causado risa, pues todos saben qué clase de pajarraco es Tata Nacho, pero aquí que no se sabe claramente quién es quién y aun se supone que un empleado consular está autorizado y capacitado para opinar sobre cosas de su país, la maniobra es peligrosísima...
    Ya ve Ud. de qué manera tan estúpida se puede contrarrestar los esfuerzos de los que aquí pensamos y estudiamos y nos quemamos las pestañas para afirmar el prestigio de que nuestro país debe gozar.
    No quiero que todo lo que le he dicho le cause daño mayor al interesado que en resumen no es más que un tonto, pero muy peligroso aquí: un centro donde las cosas desfavorables para nosotros tienen mayor eco que las que podrían favorecernos.
    Un detalle chusco. La Secretaría de Agricultura ordenó a Tata Nacho que me entregara para fines de propaganda un ejemplar de los "Monumentos" de Peñafiel, que no sé por qué estaba en su poder. Tuvo tal renuencia para entregármelo que tuvo el Cónsul que ordenárselo y sólo así lo hizo. Después supe que tenía un cuarto tapizado con láminas del "Códice Zapoteca" y del "Libro de los Tributos". Y cuando ante las larvas del "underworld"  neoyorquino presumía de descendiente de los Emperadores de Aztlán, señalaba las cuatro paredes del tugurio y exclamaba: "Allí están mis ejecutorias"! Y luego para probar que la sangre de Ilhuicamina y Cuauhtémoc corría por sus venas hacía "shimmy" y cantaba "La Borrachita"...
    Querido Gordo, le he contado todo lo anterior porque Ud. sabe bien que estoy identificado con los trabajos "pro-México" en esta tierra y creo de mi deber poner en conocimiento de Ud. como amigo y como funcionario tales aberraciones. En segundo lugar, porque si algún periódico enemigo del Sr. Pani, o de Ud., comentara estas cosas de que ya se está hablando mucho, Ud. mismo podría reprocharme negligencia hacia cosas que le interesan. Y por fin, porque es una injusticia que un mentecato desprestigie en el extranjero a Diego, Best, Orozco, y a artistas que tanto han trabajado y cuyo mérito es reconocido. Ud. sabe cómo quiero a los pintores, a los nuestros, a lo nuestro y a nuestro Gordo.

    Suyo siempre,

José Juan Tablada


P. D. Ya conseguí publicar en Art Review un artículo sobre la galería del Sr. Pani. En artículo que acabo de entregar al International Studio sobre artes de México (con 25 ilustraciones) hablo mucho del inteligente impulso del ingeniero Pani a nuestro arte y de las obras de arte.
    Ruégole tomar nota de mi nueva dirección: 1 Bennett Avenue, Apt. 29, New York City, junto a Broadway, pero en la calle 181, únicas regiones en que los pobres podemos vivir decentemente.

Saludos de mi esposa.
J.J.T.